En España el gobierno presentó su adopción de dicho impuesto en un
anteproyecto de ley en octubre de 2018 bajo el nombre de Impuesto sobre
Determinados Servicios Digitales, y está destinado a empresas que alcanzan una
cifra de negocios superior a los 750 millones de euros a nivel mundial y por
encima de tres millones de euros en España.
La noticia es que el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le
Maire, anunció hoy que su país aplicará a los gigantes de Internet esta
"tasa Google", que será de carácter nacional si no hay
acuerdo con el resto de sus socios europeos.
La adopción de esta medida llega bajo la presión de los "chalecos amarillos", quienes reivindicaban la retirada de la subida de impuestos sobre los carburantes y que el presidente francés, Emmanuel Macron, ha decidido anular completamente para tratar de calmar el movimiento de protesta. Para compensar la pérdida de recaudación con los carburantes, el gobierno francés señaló que quienes tienen dinero son los "gigantes de Internet", que consiguen beneficios considerables gracias al consumidor francés, gracias al mercado francés, y que pagan como mínimo 14 puntos menos que las otras empresas.
Le Maire ha
sido estos últimos meses uno de los principales promotores de un impuesto
europeo a los gigantes de Internet por el 3 % de su facturación. Sin
embargo, ante la reticencia de varios de sus socios de la UE, y en particular
de Alemania, París y Berlín alcanzaron un compromiso el pasado lunes que reduce
la propuesta inicial, de modo que la base imponible se limitaría
a la facturación de los servicios publicitarios en línea y no por
ejemplo a la venta de datos.
No obstante,
esta tasa solo entraría en vigor si no se encuentra una solución a escala
internacional que se está negociando en el marco de la OCDE y que
encuentra muchas resistencias, sobre todo de Estados Unidos.
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